jueves, 8 de abril de 2010

Somnus

Sueño,
escalofriante sueño cruel
que desafía
mi subjetiva
complejidad mental.

En él
te encuentras
bajo la autoritaria oscuridad
de un túnel
que sólo conoce
la iluminante bendición
de la incandescente luz roja
que descansa
en los párpados
que cubren
tu inquieta mirada
trastocada por el miedo.

Me tomas de las manos
que contagian
mis venas de desesperación.
Tus lágrimas
me imploran
que detenga a los adversarios
que desbordan
sus insaciables deseos
por oprimir tu víctima razón;
pero mi memoria
inicia la acertada recapitulación
del día
en que tu boca sentenció mi corazón,
del día
en que tus palabras
me otorgaron mis anhelos de morir.

Ahora,
es tu turno de reencarnar
al barón francés
ofreciendo tu mudo aliento
al legado
de mi inescrupulosa
conducta vengativa
heredada
por la filosofía florentina
de tus cátedras.

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