domingo, 21 de marzo de 2010

El mal

Examinad la vida de los hombres y de los pueblos, la de los mejores y más fecundos, y decidme si un árbol que ha de elevarse orgullosamente al aire se puede librar del mal tiempo y de las tempestades; si la hostilidad y la resistencia del medio exterior y todas las manifestaciones del odio, de la envidia, de la testarudez, de la desconfianza, de la dureza, de la codicia y la violencia no son circunstancias favorables, sin las cuales sería imposible un grande crecimiento, ni aún de la virtud. El veneno que mata al débil es un reconstruyente para el fuerte y éste no le llama Veneno.

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