Tres círculos de luz cegadora se superponen, representando la Santísima Trinidad, las 3 personas de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Todo el Universo está regido por nueve círculos que le dan orden y movimiento.
El cielo Empíreo: La Virgen María: Rosa de luz que permite el ascenso.
El cielo Cristalino: Los coros angélicos y el resplandor divino.
El cielo de las Estrellas: El séquito de Jesucristo, donde también habita Adán.
El cielo de Saturno: Los espíritus contemplativos (desaparece la sinfonía de la esferas).
El cielo de Júpiter: Los justos.
El cielo de Marte: Los mártires de la Iglesia.
El cielo del Sol: Los 12 teólogos más brillantes que el Sol.
El cielo de Venus: Las almas amorosas.
El cielo de Mercurio: Los que obtienen gloria y fama a causa de sus buenas acciones.
El cielo de la Luna: Los que aún no cumplen sus votos religiosos.
Espíritus de luz en el cielo de los justos hacen la forma de un águila y habla como si fuera una sola persona.
Dante cae en un sueño donde un águila lo rapta y despierta asustado.
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