Los preceptos fundamentales

1. El hombre está compuesto de materia y espíritu, que unido a ésta trata de liberarse para alcanzar el Bien, ya que todo lo que permanece en tierra es malo.

2. Hay dos tentaciones: una carnal, la otra diabólica. La primera pertenece a la servitud física nuestra, natural e inevitable. Podemos liberarnos espiritualmente por la perfección, pero estamos sometidos a todos sus condicionamientos, males, dolores, etc. La tentación diabólica es aquella que, por influencia del Diablo, procedía del corazón, de los pensamientos perversos. Separada de nuestro cuerpo no era libre. En el Nuevo Testamento de la Biblia Vulgata abundan las citas a las tentaciones, pero las significativas son:

a)IV,9 y XXVI,41, del Evangelio según San Mateo.
b)Epístola de Santiago, I,12.

Para los bons homes, o "puros", la tentación amorosa es diabólica; ¿qué razones aducen para rechazar el amor carnal?. La fundamental es la separación entre el mundo de la Luz y el de las Tinieblas, espíritu - materia que les hace considerar toda la creación como perteneciente al Mal. El mundo de la materia no es obra de Dios. El mundo en que vivimos es malo, es consecuencia de la intervención de Satanás.

3. El alma del hombre es prisionera del cuerpo creado por el Diablo.

"El alma, siendo inmortal y habiendo nacido muchas veces, y visto efectivamente todas las cosas, tanto las de aquí como las del Hades, no hay nada que no haya aprendido; de modo que no hay nada de qué asombrarse si es posible que recuerde, no sólo la virtud, sino el resto de las cosas que, ciertamente, antes también conocía.[...] Pues, en efecto, el buscar y el aprender no son otra cosa que una reminiscencia"

Platón (429-347 a.C.)

4. El alma para los no creyentes será reencarnada continuamente en otros cuerpos como castigo. Por el contrario, el hombre que lleva una vida pura se reencarnará en un cuerpo apto para favorecer su desarrollo espiritual.

5. Los hombres no están al mismo nivel existencial. Lo que conviene a unos no nos interesa a otros.

6. Se niegan la Encarnación, la Pasión y la Resurrección. Cristo fue hombre, no hijo de Dios.

7. Los perfectos, los puros cátaros (bons homes), son los intermediarios de la unión del hombre con Dios.

8. La Virgen no existe.

9. El Antiguo Testamento es rechazado, y del Nuevo las mayores referencias son el Apocalipsis de San Juan y la Biblia Vulgata.