domingo, 9 de mayo de 2010

Cordis

Tu tiempo, mis días enteros.
Tu alma, mi esencia.
Tu corazón, mis latidos.
Tus palabras, mis caricias.
Tus abrazos, mis besos.
Tus lágrimas, mi llanto.
Tus maldiciones, mis golpes.
Tus nervios, mi desesperación.
Tus poemas, mi arte.
Tu vida, mis deseos de vivir.

Sigues en mi pensamiento,
vives en mis sentimientos,
aunque el amor fue efímero
pero el dolor es eterno.

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